
La religión china se centraba en el culto a los ante
pasados. De ahí deriva el papel esencial que cobraba la familia en su visión de
la armonía social. En lugar del concepto de pecado, los chinos tenían una
arraigada noción de profunda vergüenza ante actos indignos que rompiesen el
equilibrio universal. La eternidad eran los hijos, aunque no excluían una
imagen un tanto difusa de la otra vida. El emperador se llevaba con él aquellos
elementos que legitimaban su poder, lo que explica que el fundador del Imperio,
Qin Shi Huang, se enterrara con un impresionante ejército de terracota para
custodiarlo en su viaje al más allá. Confucio (551-479 a.C.) reforzó la idea de
que el hombre tiene una responsabilidad en el mantenimiento de la armonía del
cosmos. La veneración de su filosofía es el núcleo central de la cultura china.
El budismo, que llegó al final del Imperio Han. fue aceptado como un
complemento metafísico y caritativo dei confucionisrno.
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