viernes, 8 de enero de 2016

El Salvador, espiral de muerte

0

Tres meses de 2015 han sido sucesivamente bautizados corno el mes más violento del siglo” en EI Salvador. Algunos medios incluso se atrevieron a decir “el más violento de la posguerra”. Lo segundo es imposible de asegurar, porque no hay datos fiables de los primeros años tras el conflicto armado que terminó en 1992. Lo primero es una verdad cada vez más terrible. A mayo. El titulo le duró lo que tardó en llegar su sucesor. Los 643 homicidios de mayo fueron superados por los 677 de junio, pero ni los peores pronósticos anticipaban lo que sucedió en agosto: 918 asesinatos en un país de 6,5 millones de habitantes.



En los últimos diez años —excluyendo 2015-, solo cinco meses habían superado la cifra de loe 400 asesinatos. En el presente año, ocho meses han cruzado ya esa línea. Eso en un lugar que sabe de muerte EI Salvador ya fue en 2009 el país más violento del mundo. Ese año tuvo una tasa de 71 asesinatos por cada 100.000 habitantes. Basta recordar que, según Naciones Unidas, si algo le ocurre a 10 de cada 100.000 personas en un país, podemos hablar de una epidemia.

Si corno una especie de nube podrida esa tasa Notara hacia otra ciudad y se posara, pongamos por caso, sobre Nueva York, unos 6.000 neoyorquinos serían asesinados al cabo de un año.

Antes de terminar con las cifras y pasara explorar las razones, es oportuno dejar dos datos más. Las proyecciones oficiales auguran que este año la tasa será de 103,6. De cada mil salvadoreños, uno será asesinado, lo que supondrá que El Salvador, enclavado en el norte de Centroamérica —la región más violenta del mundo, que en la última década ha mantenido a sus países (Guatemala, Honduras y El Salvador) entre los cinco con la mayor tasa de homicidios.- habrá arrebatado el título a su predecesor, Honduras, que ocupó el lugar más alto del siniestro podio durante todo este lustro y, en 2011, marcó un récord con una tasa de 91 homicidios. Honduras— aunque basándose en dudosos cálculos oficiales- prevé 58 para este año, y cederá así sitio del oprobio a El Salvador.
La situación desborda incluso las salas del instituto forense, que en julio pasado tuvo que contratar a más personal y abrir turnos de noche extra para poder hacer frente a la ola de cadáveres.

La matanza de este año tiene un motivo reciente. En 2009. la exguerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) llegó por primera vez al poder. A mediados de 2015 recibió de manos de la derechista Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) el legado de un año que ya estaba condenado a pasar a la historia por su tasa de muerte Más de dos décadas de gobierno de la derecha habían consolidado el poder de las dos grandes pandillas en los barrios populares del país. ARENA puso en marcha planes de mano dura —detenciones masivas injustificadas, persecución a jóvenes por vestir como pandilleros, involucrar al ejército en labores de seguridad pública— que empujaron a muchas jóvenes a entrar en las pandillas. La lógica de muchos era: si no pertenezco, pero me acosan como si lo hiciera, entonces me da igual pertenecer.

Estos hechos recientes han llevado a EI Salvador a este punto. La violencia es parte del ADN salvadoreño.

Acerca

Tu historia mundial y local.

0 comentarios: